El Índice de Actividad del Mercado Inmobiliario Rural (InCAIR) de abril tuvo apenas un alza de 0,84 puntos puntos respecto de marzo, al marcar 36,98 puntos, un 4,1 % más que el mismo mes de 2016.

Javier Christensen, vicepresidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales y responsable de la Comisión que elabora el informe, aseguró que con el índice de abril, "se nota cierto estancamiento en lo que va del año en el mercado inmobiliario rural con niveles bajos de actividad".

"Pero somos optimistas", sostuvo el dirigente en diálogo con NA al explicar que "los números del índice no reflejan altas o bajas de gran consideración, pero aún estamos ante una actividad general en el mercado que no repunta como deseamos".

Christensen, además afirmó que "existen tres factores que explican el resultado del pasado mes de abril: las alternativas financieras existentes de bajo riesgo con un dólar que se mantiene quieto; la incertidumbre política reinante en un año electoral de medio término y la firmeza en los valores de la tierra".

"Por otro lado debemos remarcar algunos factores que golpean duro a la actividad: la ley de tierras, los factores climáticos en varias provincias argentinas y la rentabilidad reducida actual", dijo.

Explicó a NA que "hay operaciones y consultas sobre posibles operaciones, pero son muy pocas, el índice refleja que se está estabilizado en un tercio del potencial máximo, son varios los factores, por ejemplo están las Lebac. Con un dolar fijo, no hay inversión que pueda competir con estos instrumentos financieros".

"Las incertidumbres políticas no animan a invertir a largo plazo, la plata es temerosa" añadió y expresó que "los factores climáticos para gente que no es del sector, no ayuda. Igualmente con todo esto en la Cámara somos muy optimistas para el futuro, el mercado se va a reactivar".

Aclaró que "como hay poca demanda, es escasa la competencia por un campo, es una oportunidad de comprar uno bueno. Cuando hay muchos interesados no, cuando la demanda es tranquila se puede conseguir lo que se está buscando y a un precio lógico".

Respecto de los precios, consideró que son "estables" y sin "expectativas a la suba en el mediano plazo, están como en el último año".

Estimó que la hectárea en un campo en la zona núcleo productiva como es el área bonaerense de la ciudad de Rojas está entre 15 y 17 mil dólares mientras que un campo ganadero, en promedio, vale 4.000 a 3.500 la hectárea.

"En el mercado hoy el empresario, el industrial, la gente fuera del sector agropecuario está buscando hacer negocios financieros más que invertir en la tierra", añadió.

Reiteró que son "optimistas" y que "se va a reactivar" el mercado, porque "es un ciclo de 5 a 6 años de muy poca actividad, desde que se puso el cepo, pero por factores externos al campo, no repuntó".

La Cámara esperaba que el blanqueo de capitales trajera dinero a la inversión en tierras, pero dijo que "al final, el promedio fueron 80 mil dólares por persona, que alcanza para un departamento o un auto, pero no llega para comprar un campo".

El índice InCAIR, de elaboración mensual e ininterrumpida desde hace 42 meses refleja la actividad del mercado inmobiliario rural en la República Argentina.

La base es de 97,5 puntos, que corresponde en forma histórica a su pico máximo de actividad y el último difundido es el número 42 de la historia de CAIR y corresponde el mes de abril de 2017.

Fuente: https://www.terra.com.ar/economia/advierten-cierto-estancamiento-en-mercado-inmobiliario-rural-argentino,70d2b79d7fdac8ee899dbeaf8997e61c07w8njjs.html